El estilo nórdico, también llamado escandinavo, se caracteriza por su minimalismo y funcionalidad. Se centra en la simplicidad y funcionalidad, usando líneas limpias, colores neutros y materiales naturales como la madera y el lino. La luz natural es muy importante para este estilo, por lo que se utilizan cortinas ligeras o se prescinde de ellas en todo. Los espacios suelen ser amplios y abiertos, con una disposición que permite aprovechar al máximo la luz y la ventilación. La decoración se limita a elementos indispensables y se evita el exceso de adornos, logrando de este modo una sensación de armonía y tranquilidad.
En general, el estilo nórdico es ideal para aquellos que buscan una decoración elegante, minimalista y funcional.